Tipos de botellas de vino por forma y tamaño
Cuando pedimos una botella de vino, muchas veces nos llama la atención su forma, su tamaño, su color. Hay una gran variedad de tipos de botellas de vino por forma y tamaño, y todo tiene un motivo. Aunque la realidad es que la forma de la botella no influye de una manera evidente en el tipo de vino, sí lo hace el tamaño de la misma, así como el color del cristal, ¿lo sabías?
Por ejemplo, el color de la botella sí tiene muchísimo que ver con el líquido que encontramos dentro. Lo más habitual es encontrarnos con botellas negras, verdes… Esto se debe a que estos colores protegen el vino de su interior de la luz, por lo que este tipo de botellas se suelen usar en vinos crianza, reserva y gran reserva, que pueden pasar mucho tiempo guardados. Por otro lado, encontramos botellas transparentes, más habituales en vinos blancos y rosados, más jóvenes, en los que además nos gusta apreciar el color del vino a simple vista.
Pero vamos a “meternos en materia” para distinguir los diferentes tipos de botellas de vino por forma y tamaño que podemos encontrar actualmente.
Tipos de botellas de vino según su forma
Botella bordelesa
Comenzamos por la botella bordelesa, la más habitual y utilizada para embotellar vino en todo el mundo, aunque podemos encontrar ciertas variaciones. Tiene este nombre porque su origen se encuentra en la ciudad francesa de Burdeos y se caracteriza por la poca inclinación que tiene en la zona de los llamados “hombros” de la botella, así como por tener un cuello más corto que otras variantes.
Nuestro Coto de Imaz Gran Reserva, además de estar espectacular, está embotellado en botella bordelesa, así como gran parte de nuestros vinos. ¿Lo has probado?
Botella borgoñesa
Después de la más utilizada y común nos vamos al tipo de botella más antiguo del que tenemos registros: la botella borgoñesa. Como puedes apreciar, se diferencia principalmente en los hombros de la botella, que son muchísimo más caídos que en el caso de la bordelesa, así como en el cuello, también más alargado.
Botella Rhin
Esta es la botella más estrecha, alargada y esbelta de todas las que podemos encontrar. Su forma hace que se suela utilizar para vinos blancos o rosados, y que se fabrique en colores claros, aunque también podemos encontrar bodegas que la fabrican en colores más arriesgados.
Botella de champán
La principal característica, no tanto de forma si no de fabricación, de una botella de champán, es que sus paredes son muchísimo más gruesas que el resto. ¿Por qué? Para poder soportar a la perfección la presión de este tipo de vinos. Otra de las características de esta botella, a “medio camino” entre la borgoñesa y la Rhin, es la oquedad en forma de cono que podemos encontrar en la base, también pensada en el mismo sentido.
Botella Jerezana
Esta botella, por último, es la que más se utiliza para el vino generoso tan tradicional en el sur de España. Tiene un diseño de origen español, como no podría ser de otra forma, con unos hombros bien marcados y un cuello que se distingue porque se ensancha en su base. El color en el que estamos más habituados a ver esta botella es el negro, debido a la gran cantidad de tiempo que suelen guardarse este tipo de vinos.
Tipos de botellas de vino según su tamaño
Una vez vistos los tipos de botella por forma, vamos a hacer un repaso por los tipos de botella según su tamaño (por centilitros). Como verás, a partir del tamaño magnum, todos los nombres de las botellas son bíblicos. ¿Lo sabías?
- 18-37 cl: Botella Benjamín
- 50 cl: Frasca
- 62 cl: Botella Clavelín
- 75 cl: Botella regular
- 150 cl: Botella Magnum
- 300-450 cl: Botella Jeroboam
- 600 cl: Botella Imperial
- 600-640 cl: Matusalem
- 900 cl: Salmanazar
- 1.200-1.280 cl: Baltasar
- 1.500-1.600 cl: Nabucodonosor
- 1.800 cl: Salomón
La que más habituados estamos a consumir es la botella de 75cl, pero cada vez son más las personas que disfrutan y valoran las cualidades de las botellas Magnum, como nuestro Coto de Imaz Reserva Magnum.
¿Por qué? Porque en este tipo de botellas, al haber un mayor volumen de vino, la microoxigenación es menor, así como los cambios de temperatura. Esto consigue que el vino sea más equilibrado. Además, ¡es ideal para compartir con un grupito de amigos en una ocasión especial!
Antes de irte, una curiosidad… ¿Sabías que la botella más grande del mundo fue producida en China por la bodega Wang Chen? Tiene ni más ni menos que 1.850 litros, es decir, lo equivalente a unas 60.000 copas de vino. Hacen falta demasiados amigos (vamos, prácticamente una ciudad) para degustarla, pero si te apetece hacer algún plan genial con vino, no te pierdas esta idea.