El sabor dulce de un vino es, sin duda, uno de los más fáciles de detectar en nuestro paladar. ¿Te gustaría saber cómo conseguirlo? No te pierdas la siguiente clase de WineClass y anota todos nuestros trucos sencillos para encontrar el sabor dulce del vino. Descubre todos los entresijos sobre tu bebida favorita.
¡Adelante!
En El Coto de Rioja queremos que el hecho de “saber de vinos” deje de ser una misión imposible. Por eso, hemos creado WineClass, unas miniclases muy divertidas para que ejercites los 5 sentidos, aprendas y encuentres los matices de los vinos y disfrutes de todo su potencial.
¡Es muy sencillo! Además, podrás seguir nuestras lecciones desde la comodidad de tu sofá y practicar con una copa en la mano. ¿Te imaginas algo mejor?
Llegamos al episodio siete y, con él, damos paso al primero de los 5 sabores reconocidos en vino, el sabor dulce. No te pierdas cómo encontrarlo en tus vinos favoritos. ¡Dale al play!
¿Por qué los vinos son dulces?
En mayor o menor medida, todos los vinos contienen un toque dulce fácilmente reconocible. De hecho, se trata de uno de los sabores del vino más sencillos de detectar en nuestro paladar. Pero ¿sabes de dónde proviene ese gusto?
Existen 3 factores que determinan el sabor dulce en el vino y cada uno tiene un origen completamente diferente. Te contamos cuáles son:
1. Azúcares
Independientemente de que estemos ante un vino semidulce o uno seco, todos los vinos tienen una cierta cantidad de azúcar procedente de la propia uva. Y es su mayor o menor concentración lo que define el nivel de dulzor que percibimos en una copa.
La fermentación se encarga de regular este porcentaje, convirtiendo el azúcar del mosto en alcohol. Pero, ¡ojo! No todos los azúcares se acaban fermentando. Este último grupo es lo que conocemos como “azúcar residual” y no es otra cosa que la cantidad de azúcar concentrado que permanece en cualquier vino.
Según el tipo de vino, su cantidad de azúcar varía. En los vinos dulces, por ejemplo, se frena antes la fermentación para que conserven más azúcares. En el caso de los más secos, el proceso es justo al contrario y tarda más en frenarse la fermentación.
Para que te hagas una idea, en los vinos sin gas (o vinos tranquilos) esta cantidad sería así:
- Seco: menos de 4 g/l
- Semiseco: de 12 a 18 g/l
- Semidulce: de 18 a 45 g/l
- Dulce: más de 45 g/l
2. Alcohol
Sí, lees bien. La sensación de dulzor en un vino también se consigue gracias a su alcohol.
Es simple. Durante la fermentación se crean unas sustancias alcohólicas, ajenas a los azúcares de la uva, que aportan un sabor dulce al vino. Algunos de los alcoholes de origen fermentativo más importantes son el etanol o alcohol etílico (que supone entre un 10-14% de la composición total de un vino), y el glicerol.
El alcohol, además de ese dulzor, es el causante de darnos esa sensación de untuosidad o suavidad en un vino.
3. Temperatura
Probablemente este te parezca uno de los datos más sorprendentes. ¿Cómo es posible que la temperatura pueda influir en el sabor dulce de un vino? Te explicamos qué sucede.
Este curioso hecho recibe el nombre de “azúcar térmico” y se produce cuando, al probar un vino caliente (o más caliente de la temperatura a la que debería servirse), nuestras papilas gustativas se estimulan en la misma zona en la que lo hacen con el sabor dulce.
Esta sensación confunde a nuestro cerebro y, por tanto, nos hace creer que percibimos cierto dulzor cuando, en realidad, lo que percibimos es la temperatura del vino.
Aunque puede pasar con cualquier vino, esta falsa ilusión se da, mayoritariamente, en los vinos tintos. Así que, ya sabes, a la hora de catar un vino, ten muy presente si está a la temperatura adecuada.
Truco para reconocer el sabor dulce en un vino
Como sabrás, cada sabor se percibe en una zona diferente de nuestra lengua. Ya hemos avanzado que el sabor dulce lo podemos notar en la misma zona que la de la temperatura. Pero, ¿sabes cuál es? Nada menos que la punta de la lengua.
El sabor dulce es uno de los sabores más fáciles de reconocer, pero si quieres educar a tu paladar y saber qué sensación tienes que percibir, tan solo debes seguir este truco.
Coloca en la punta de la lengua algo tan sencillo como un terrón de azúcar y céntrate en lo que percibes en esa zona. Cuanta más sensación notes en tu lengua, más dulce será el vino que estés probando.
Ahora que está claro, compara los sabores, por ejemplo, de un vino semidulce (como El Coto Semidulce) y un vino seco (como El Coto Blanco). ¿Lo sientes?
Listo! Ya lo sabes todo sobre cómo percibir el sabor dulce en un vino. Prueba nuestros consejos y disfruta del vino como nunca antes.
Encuentra todos los episodios de WineClass en el canal oficial de YouTube de El Coto de Rioja. Si no quieres perderte ningún estreno, activa la campanita para que puedas enterarte del lanzamiento de nuestra próxima clase. En el siguiente episodio, hablaremos del segundo sabor reconocido, el salado. ¡No te lo pierdas!
Mientras tanto, echa un vistazo a nuestros contenidos del blog de El Coto de Rioja. Están cargados de consejos e información útil sobre el mundo del vino: