Diccionario del vino: descubre qué es un vino joven o la categoría magnum (J-L-M)
Llega un nuevo mes y, con él, ¡nuestro Diccionario del Vino! ¿Tienes ganas de enriquecer tu vocabulario vitivinícola? Repasamos los conceptos y palabras más populares de este mundo para convertirte en todo un experto o experta. Esta vez es el turno de las letras J, L y M.
Joven, lágrima, lías, maceración y magnum son nuestras 5 palabras elegidas para esta edición. ¿Las conoces? No te pierdas todas sus características y curiosidades. ¡Vamos allá!
JOVEN
Inauguramos esta sexta edición del Diccionario del vino con el término 'joven'. Se trata de la primera de las cuatro categorías del vino según su envejecimiento. Y, a diferencia del resto de escalas (crianza, reserva y gran reserva), un vino joven es aquel que no pasa por ningún proceso de envejecimiento. Es decir, una vez finalizada la fermentación, se embotellan en su primer o segundo año y se envían directamente para su consumo.
Los vinos jóvenes, además, se caracterizan por mantener sus características primarias de frescor y tener un sabor mucho más suave y afrutado que el resto. Esto hace que resulten menos astringentes al paladar y destaquen por su gran aroma.
LÁGRIMA
Seguro que en más de una ocasión has visto que, antes de degustar un vino, se suele agitar ligeramente en la copa y se observa su interior. ¿Sabes por qué se hace? Este movimiento, entre otras cosas, se utiliza para formar la denominada lágrima del vino. Sencillamente, es el recorrido de las gotas que caen por las paredes de la copa.
La lagrima del vino no es algo meramente poético, sino que aporta una información muy valiosa en las catas porque el surco que crea nos permite saber, por ejemplo, su nivel de untuosidad o su volumen de alcohol.
Si la caída de la gota es lenta, significa que estamos ante un vino con cuerpo y más denso. Si, por el contrario, el movimiento es más rápido, este vino será más ligero y con menos alcohol.
¡Pero no te confíes! Hay muchos factores que pueden alterar la lágrima del vino, como, por ejemplo, la copa en la que lo sirvamos (sobre todo, si tiene restos de detergente) o la diferencia de temperatura entre el vino y la copa. Por ello, no olvides que este es tan solo un paso más en toda la experiencia de la cata.
LÍAS
Aumentamos la dificultad de esta edición del Diccionario del vino. Después de la fermentación de algunos vinos, se crean unos posos naturales que quedan en el fondo del recipiente. Estas materias reciben el nombre de lías y están formadas por diferentes sustancias procedentes de la uva, como levaduras, ácidos grasos o polifenoles.
Las lías son un componente primordial para el enriquecimiento del vino, ya que actúan como protectoras naturales, estabilizan el vino, mantienen sus aromas y le otorgan más volumen y untuosidad.
¿Cómo lo consiguen? Mediante una técnica francesa denominada bastoneo (o le bâtonnage). Consiste en poner las lías en suspensión periódicamente para que entren en contacto con el vino el mayor tiempo posible y cedan sus compuestos al zumo de la uva. Esta técnica se puede elaborar tanto en depósitos de acero inoxidable, mediante una varilla de acero, como directamente en la barrica.
Nuestro Coto de Imaz Reserva Blanco, por ejemplo, pasa por este proceso durante sus 12 meses en barrica de roble francés nuevo sin tostar, dotándolo de una complejidad y fructuosidad espectacular. ¿Lo has probado ya?
MACERACIÓN
En anteriores artículos del Diccionario del vino, hemos hablado de términos como la elaboración, el envejecimiento o la fermentación del vino, pero aún nos queda un concepto muy importante por aprender, y ese es el de la maceración.
Según la RAE, la maceración consiste en “mantener sumergida una sustancia sólida en un líquido a la temperatura ambiente, con el fin de ablandarla o de extraer de ella las partes solubles”.
En el mundo del vino, esa materia solida no es otra que la piel de las uvas (también denominadas hollejos) sumergida en el líquido que, evidentemente, será el zumo o el mosto fermentado de la uva. Este proceso sirve tanto para pigmentar el vino como para aportarle diferentes aromas y otras sustancias, como los taninos.
Y, ¿cómo se macera un vino? Dependerá de su tipología. Por ejemplo, nuestro Coto Rosado, tiene una maceración muy peculiar (ya que, se hace a baja temperatura, dura muy poco tiempo y este es variable) y lo combinamos, además, con un posterior prensado. Todo ello, da como resultado un vino delicado, fresco y goloso.
Por último, al hablar de maceración, debemos diferenciar cuatro tipos de maceración diferentes:
- Maceración carbónica: es una técnica específica para la elaboración de vinos tintos. En esta, la uva entera sufre una fermentación intracelular enzimática. Y se utiliza, principalmente, para obtener vinos jóvenes suaves y aromáticos.
- Maceración en frío: consiste, como su nombre indica, en la aplicación de bajas temperaturas para enriquecer los aromas primarios del vino.
- Maceración en caliente: también denominada termovinificación. Es la técnica que más potencia la pigmentación del vino. Se trata de un proceso calentamiento y enfriamiento súbito de la uva estrujada antes de que se realice la fermentación. Normalmente, se alcanza una temperatura máxima de 60-75 ºC.
- Maceración enriquecida en alcohol: es de las menos extendidas y solo se utiliza en algunos tipos de vinos.
¿Qué te ha parecido este término tan complejo de nuestro Diccionario del vino? ¡Vamos a por el último!
MAGNUM
A pesar de que existe un tamaño estándar para las botellas de vino (concretamente, las de 0,75cl), existen muchos otros formatos. Es el caso de lo que se conoce como botella Magnum.
Estas botellas son cada vez más habituales y se caracterizan por tener una mayor capacidad que la estándar. Las botellas Magnum contienen hasta 1,5l en su interior (en la imagen, la tercera empezando por la izquierda).
Y es que este tipo de recipiente es perfecto para mantener el vino más equilibrado. Esto se debe a que la microoxigenación en estas botellas es menor y sufren menos cambios de temperatura. Por ejemplo, nosotros la empleamos con nuestro Coto de Imaz Reserva Magnum. una opción perfecta para compartir en un momento especial entre amigos y familiares.
¿Sabías que, a partir de este tamaño, todos los nombres de los siguientes formatos de botellas son bíblicos? Te lo contamos en el siguiente artículo.
¡Listo! ¿qué te ha parecido? Si te has quedado con ganas de más y quieres aprender toda la terminología vitivinícola, no te pierdas el resto de artículos del Diccionario del vino en nuestro blog. ¡Échales un vistazo!