10 cosas que no deberías hacer con el vino

El tallo de la copa no solo está ahí por una razón. Nuestras manos emiten calor, por lo que si sostienes el recipiente por el cáliz, terminarás calentando el vino. Esto provocará que cambie la forma de percibir su sabor. Además, sostener la copa por el tallo te permite girar el vino más fácilmente, lo que también ayuda a liberar aromas y hacer de la cata toda una experiencia sensorial.  

Dentro de esta recomendación, añadimos que es imprescindible comprar una buena cristalería de vino. La mejor opción para el vino es una copa en forma de tulipán o de balón alta. Esta forma ayuda a concentrar los aromas y a girar el vino, lo que hace que estos se liberen.

En primer lugar, parecerá que quieres quedarte con todo el vino, y, en segundo lugar, si tu copa está demasiado llena no podrás apreciar los aromas correctamente. El nivel óptimo para llenar una copa de vino es de alrededor de un tercio. Esto permite que se vea suficiente vino para que puedas apreciar su color, pero no demasiado para que te arriesgues a derramarlo mientras lo giras para airear.

Se derramará y manchará la mesa o, lo que es peor, tu ropa y la de tus acompañantes. El vino arremolinado sirve para una serie de propósitos útiles: el principal es que permite que los olores del vino se volatilizan y se liberen hacia la nariz, donde podrás apreciarlos, así como experimentar un sabor más complejo. Pero no necesitarás girar bruscamente para liberar los aromas. En su lugar, gira el vino suavemente en el fondo de la copa, o incluso arrolla el contenido del vaso alrededor de su interior en lugar de girar.

Puede resultar tentador añadir uno o dos hielos a una copa de vino blanco o rosado en un día de calor, pero el hielo solo logrará diluir el sabor del vino. ¡No eches hielo en tu copa de vino y menos si es tinto! A menos que estés haciendo sangría… 

La manera más rápida de enfriar una botella es sumergirla en un cubo de hielo lleno de agua helada salada durante 10-15 minutos. En un apuro, también puedes enfriar la botella en el congelador de casa.

Nuestro lema es “el mejor vino del mundo siempre es el que más te gusta a ti”. Con esto queremos decir que el envejecimiento en barrica es una parte del proceso de elaboración del vino con el que se obtienen diferentes tipos: crianzas, reservas o grandes reservas. Pero esto no quiere decir que uno sea mejor que otro. Simplemente el envejecimiento aporta al vino diferentes aromas y matices que pueden gustar de forma diferente a cada paladar.

Por ejemplo, El Coto Crianza es uno de los vinos de Rioja que más gustan y más vendidos a nivel nacional, muy por encima de otros vinos gran reserva con un precio mucho más alto. La clave está en que es un vino tempranillo suave y equilibrado, fácil de beber y que tiene una excelente calidad-precio.

Para abrir una botella de vino correctamente, comienza por hacerte con un buen abridor. Coloca el tirador bien en el centro e intenta sacarlo siempre en dos pasos, nunca de un solo tirón. ¡Corres el riesgo de que se rompa más fácilmente! Si esto ocurre, intenta volver a sacar el corcho con el propio abridor o con una pinza especial. ¡No te des por vencido o vencida a la primera y tires el corcho dentro de la botella! El corcho puede impregnar de sabores tu vino nada deseables.

Si bien puede parecer conveniente colocar unas cuantas botellas en vertical para ahorrar espacio, es crucial almacenar el vino en horizontal si tiene corcho. En posición vertical puede hacer que el corcho se seque, lo que puede provocar la exposición al oxígeno y al vino en mal estado. Mantener el corcho húmedo en todo momento es imprescindible para la conservación de nuestros vinos.

Es importante saber que nuestras botellas deben estar en un lugar fresco y oscuro para su óptima conservación. Si bien la temperatura es clave, también es importante tener en cuenta la luz y la humedad.

Si las condiciones no son suficientemente húmedas, el corcho se secará y dejará que el oxígeno entre en el vino. Esto hará que envejezca prematuramente. Por el contrario, si guardas tus botellas de vino en un sitio demasiado húmedo, aparecerá moho en las etiquetas y el pegamento. 

Por otro lado, no es recomendable que una vez abiertas las botellas de vino tinto las guardes en la nevera. Tendrán una temperatura mucho menor de la que deberían. Las de vino blanco, sin problema.

Lo ideal es tener una nevera especial de vino en la que podrás regular la temperatura para mantenerlo siempre a la misma. Sobre 15º grados sería lo ideal. Si no tienes una vinoteca recuerda siempre dejarlo en un lugar seco pero no muy cerca de fuentes de calor y tener presente el siguiente punto...

Almacenada correctamente, una botella de vino abierta puede durar de 3 a 5 días. La clave para extender la vida útil de una botella abierta es guardarla con un poco de papel encerado alrededor del corcho. Luego deslizarlo de nuevo en la posición original.  

Si el corcho está astillado o se ha deshecho, el tapón de vino de goma puede crear un sello hermético. Otra opción puede ser una bomba de vacío de vino. Permite aspirar el aire de una botella abierta y crear un sello casi hermético.  

 En el siguiente artículo te contamos mejor por qué se rompe un corcho de vino y qué hacer en estos casos:

Por último, y casi el más importante, tómate tu tiempo para degustar esa copa de vino. Míralo, pruébalo y piénsalo. El vino está destinado a ser disfrutado, ¡así que aprovecha el proceso! No te vayas sin antes echar un ojo a la tienda online de El Coto de Rioja: