Cómo elegir un buen vino para maridar pescado y marisco

¿Sabías que, dependiendo del tipo de pescado, maridará mejor un vino u otro? Esto es así, básicamente, porque las propiedades de los pescados blancos versus las de los azules no son las mismas. Así que su sabor y percepción en boca no será la misma con todos los vinos. ¡Veamos cuáles son los mejores vinos en cada caso! 

¿Cuál es la diferencia entre un pescado azul y uno blanco? En esencia, su porcentaje de materia grasa. El pescado blanco es el más ligero de estas dos categorías y resulta ser una gran fuente de nutrientes para nuestro cuerpo. Estamos hablando de pescados como la merluza, el bacalao, la pescadilla, aunque también podemos encontrar de agua dulce, como la lubina, la acedía o la anguila, entre muchos otros.  

Todos estos se caracterizan por tener un color más pálido, una textura blanda y un sabor mucho más suave que los azules. ¿Cómo podemos maridarlo? Para acompañar con vino el pescado blanco, nos bastará con diferenciarlos por su elaboración: 

• Pescados blancos al horno o a la plancha: para pescados sencillos, con una receta no demasiado elaborada en cuanto a salsas o complementos, la mejor opción siempre será la de un vino blanco. Nosotros, por ejemplo, te recomendamos de nuestra casa El Coto Blanco Verdejo o El Coto Blanco.  
• Pescados blancos en guiso o con salsas: en este caso, a pesar de que un blanco puede ser una muy acertada opción, podemos empezar a jugar con vinos algo más potentes. Por ejemplo, un vino rosado o un tinto suave serían de lo más apropiados.

Al igual que pasa con los blancos, los pescados azules son estupendos para introducir en nuestra dieta alimentaria. Y aunque han sido bastante señalados por la posible presencia de restos de mercurio en su interior, lo cierto es que son unos productos exquisitos y llenos de beneficios. Algunos de los más populares son el atún, las sardinas, los boquerones, el bonito, las anchoas... 

El pescado azul se caracteriza por ser una fuente de vitaminas como la B1, B12, D y otros minerales de interés como el calcio o el fósforo. También destacan por ser ricos en proteínas y bajos en carbohidratos. Además, su grasa (predominante respecto a la de los pescados blancos) es insaturada, por lo que presenta ácidos grasos tan importantes como el omega 3.  

Precisamente, esa grasa evidente y sabor más pronunciado es lo que permite que, a la hora de encajar estos pescados con un vino, las opciones se multipliquen. En este sentido, el pescado azul admite tanto blancos más frescos como variedades potentes. A nosotros, sin duda, nos encanta la maridar pescados azules con un producto como el tinto El Coto Crianza.

Ahora que tenemos clara la diferenciación para maridar correctamente el pescado, ¿qué pasa en el caso del marisco? ¿Qué normas hay que seguir? No te preocupes, este alimento es muy sencillo de acompañar con un vino y acertar.  

Para estos alimentos, nada como optar por vinos frescos, ligeros y aromáticos para potenciar todo su sabor. En este caso, un vino blanco siempre es un acierto. Por ejemplo, algunas de nuestras mejores referencias de vinos El Coto de Rioja serían El Coto Blanco, por su frescura innata en nariz y boca, o nuestro 875m Chardonnay, un vino de marcada untuosidad que también fusiona perfectamente con un arroz marinero o una paella.  

¡Pero eso no es todo! Si quieres salirte de los blancos, otra opción válida podría ser maridar marisco con un vino rosado que tenga un toque ácido. Seguro que te sorprende la combinación.