Maridajes

Los mariscos son, sin duda, uno de los grandes reyes de cualquier mesa española durante estas fiestas. Langosta, langostinos, gambas, ostras, vieiras... Estos pequeños tesoros del mar están deliciosos al natural, pero también son un ingrediente fantástico para preparar platos de Navidad clásicos como la sopa de marisco.

Para acompañar esta receta tradicional navideña te proponemos un vino blanco rioja fresco y ligero como este plato. El Coto Blanco es ideal, pues va muy bien con cualquier tipo de marisco o pescado, con toques cítricos y una equilibrada acidez.

Para los amantes de la carne, el lechazo o el cabrito al horno son otros platos de Navidad clásicos, además del solomillo, otra de las estrellas de las comidas navideñas, suculento y jugoso, con infinidad de posibilidades culinarias. Para dar un toque especial a esta carne tierna y magra y convertirla en un plato digno de un restaurante cinco estrellas, ¿qué te parece acompañarla de una salsa de pimienta o al roquefort? Con una propuesta culinaria así, ¡él éxito está asegurado!

Respecto al maridaje, estos platos de sabores potentes requieren de un vino tinto intenso y con cuerpo, como Coto de Imaz Reserva. Este tinto es uno de nuestros vinos más premiados, fascinante por su riqueza de matices.

Los vinos de Rioja, elaborados con uva tempranillo como variedad principal, representan una elección fabulosa para maridar con carnes rojas, como el solomillo o el lechal al horno, o la carne de caza, de sabor más intenso. Y cuando se trata de ocasiones especiales como las celebraciones navideñas, los tintos de categoría Reserva y Gran Reserva nunca defraudan así que, ¡no dejes pasar la oportunidad de disfrutarlos!

¿Has decidido optar por el pescado como plato principal de tu cena de Navidad? El bacalao supone una opción más económica que el rape o la lubina, con infinidad de recetas deliciosas perfectas para estas fiestas. Si te gusta la cocina tradicional, ¿por qué no te animas con un plato típico español, como el bacalao a la vizcaína o al pil pil?

Como maridaje, para este pescado en salsa te recomendamos un vino blanco como El Coto Verdejo, un vino elegante y de aromas intensos, magnífico como vino de Navidad. La uva verdejo es una de las variedades más representativas de denominaciones de origen tan conocidas como los vinos de Rueda, pero también figura entre las variedades blancas autorizadas para los vinos de Rioja.

Este es uno de los platos navideños por excelencia, perfecto para lucirnos ante nuestros invitados y ofrecerles un bocado capaz de satisfacer a los paladares más sibaritas. La pularda es una carne blanca muy apreciada en la alta cocina por su carne delicada y muy rica en grasa, lo que la hace ideal para recetas al horno. Si te animas a probarla esta Navidad, te proponemos prepararla con un relleno de frutos secos, como nueces o piñones, y lombarda.

¿Y para acompañar? Para estas carnes blancas, te aconsejamos un maridaje con un vino blanco seco, como un sauvignon blanc o un chardonnay, como 875 m Chardonnay, fermentado en barrica.

Si prefieres el vino tinto, lo ideal son los tintos más suaves, frescos y con una acidez baja, que también combinan muy bien con este tipo de sabores. El Coto Crianza es una excelente elección pues sus sabores a fruta, roble y especies. Un vino rioja clásico con una excelente calidad precio y muy bien valorado en certámenes internacionales.

Y si eres un amante del vino, la mejor opción sería Coto de Imaz Reserva, con 92 puntos en los prestigiosos premios Decanter 2022. Un vino reserva al alcance de cualquier bolsillo para disfrutar de un buen vino sin remordimientos.

Si sabes mezclar sabores de alimentos con el vino adecuado la experiencia para el paladar será mucho más placentera. Y no necesitas ser un sommerlier para conseguirlo. En este artículo queremos darte algunas claves para que consigas tus maridajes perfectos sin salir de casa. Cabe mencionar que cualquier comida funciona para practicar el maridaje. E aquí unas recomendaciones sencillas para hacerlo correctamente. ¡Sigue leyendo!

Ahora que ya sabemos qué es el maridaje de un vino, ¡vamos a llevarlo a la práctica! Ten en cuenta que debe existir siempre un equilibrio y que los mismos principios que rigen la elección del menú, también aplican a la bebida que lo acompaña. Por ejemplo, evita servir un vino con mayor cuerpo antes de uno más ligero. Si haces esto, el segundo vino que servirás pasará desapercibido.

Debes poner en marcha la misma fórmula que usas para elegir el orden de la comida que vas a servir. Es decir, normalmente se sirven los platos ordenados según su intensidad de sabor y nutrientes, de manera ascendente. Pues lo mismo debes hacer con los vinos. Al elegirlos debes tener en cuenta el peso del vino y el peso que tienen los alimentos.

¿Qué queremos decir con esto? Que existen alimentos que tienen más intensidad de sabor y más cantidad de grasa. Del mismo modo, también hay vinos más fuertes, aromáticos e intensos y otros más suaves y ligeros.

¡Busca el equilibrio entre el vino y el plato!

A la hora de maridar un plato con vino hay que intentar que el plato y la bebida tengan un peso similar. Para ello fíjate siempre en las notas de cata del vino que has comprado. Sus aromas, matices, sabores y crianza, te darán algunas pistas de con qué platos combina mejor.

En nuestra web tenemos también los maridajes que recomendamos para cada uno de nuestros vinos. ¡Puedes encontrarlas en la sección de vinos!

Esto quiere decir, por ejemplo, que si la comida que piensas servir lleva mucho picante lo ideal sería que la combines con un vino que brinde la sensación de frescor. A esto se le llama maridaje por contraste, porque creas un equilibrio a través de sensaciones opuestas.

Por el contrario, cuando hablamos de maridaje por asociación estás buscando que el vino y los platos se complementen. Por ejemplo, puedes asociar vinos dulces con el postre que más te gusta o vinos blancos con pescados.

Ten en cuenta que todo es cuestión de gustos, y de tu propia experiencia combinando sabores, texturas y sensaciones. Recuerda que el vino por sí solo ya tiene mucha personalidad, y lo que queda por descubrir es cómo combina con tus platos favoritos.

Arroz, carne de pollo, de conejo, judías verdes, garrofón y alcachofas son los ingredientes principales de la paella valenciana. Y lo cierto es que estos productos se pueden potenciar eligiendo el vino adecuado. Por lo tanto, estamos seguros de que un vino tinto joven a una temperatura adecuada es una buena opción para maridar con la paella valenciana.

Esta paella es habitual en los hogares españoles en cualquier época del año. Aunque seguro que ahora en verano será uno de los platos infaltables de tus comidas al aire libre con amigos y familiares.

La paella valenciana, o cualquier arroz con carne, marida a la perfección con nuestro 875 m Tempranillo de Altura. Es un vino intenso y fresco, con buena acidez y delicados aromas de cereza y fruta roja. Es un tinto elaborado a partir de uvas de la variedad tempranillo y es ideal para acompañar carnes.

¿Eres amante del marisco tanto como nosotros? Pues tienes que saber que no cualquier bebida potenciará los sabores de una paella de marisco. En este caso la carne y las verduras de la paella tradicional se sustituyen por gambas, langostinos, cigalas, calamares, almejas y mejillones, entre otros.

Si eres aficionado al vino, sabrás que los platos de pescado suelen maridarse con vinos blancos. Por lo cual, una paella de este tipo casará a la perfección con El Coto Blanco. Un vino muy agradable y suave que te refrescará la boca después de cada bocado.

Otra buena opción para maridar con paellas de pescado, arroces caldosos o calderetas de pescado es El Coto Verdejo.  Está elaborado con uvas verdejo, procedentes de nuestro viñedo Finca Carbonera, el plantado a mayor altitud de Rioja. Este viñedo es especial porque es ideal para el cultivo de las variedades blancas. En este caso, nuestro verdejo muestra aromas finos e intensos de fruta tropical, y en boca se percibe untuoso, vivo y elegante, con un persistente frescor.

Como su propio nombre lo indica, contiene ingredientes tanto de una paella de carne como de una paella de marisco. En armonía con esta singular mezcla, los vinos que mejor casan con este tipo de paellas son los vinos rosados. Estos vinos son ligeros y frescos, pero a su vez destacan por su personalidad y porque permiten exponer de forma abierta todos los sabores.

El Coto Selección Viñedos Rosado es nuestra recomendación si quieres disfrutar a plenitud de los sabores de una paella mixta. En nariz encontramos una combinación de frutas del bosque con cerezas maduras. Y una vez en boca es delicado, fresco y goloso, muy fácil de tomar y de disfrutar con tu paella mixta favorita.

Si hay algo tradicional en la gastronomía española durante la Semana Santa, son las torrijas. Este es uno de los postres típicos por excelencia. Combinan distintos sabores que son un auténtico deleite al paladar, entre ellos la canela, la vainilla, el azúcar y la miel. Estos ingredientes sobresalen y son los encargados de aportar a la torrija ese sabor tan particular.

Y si quieres acertar con el maridaje, te recomendamos un compañero de lujo, nuestro vino El Coto Semidulce. Es un vino con un toque ligeramente ácido ensamblado a la perfección con el dulzor de la uva Chardonnay. Ideal para maridar con postres y evitar el amargor que puede dejar un vino más seco.

Los garbanzos, las espinacas y el bacalao se unen para formar otro de los platos típicos que destacan en estas fechas. Cocinar estos ingredientes a fuego lento durante un par de horas es la clave para conseguir unificar y potenciar su sabor. Una vez listo solo haría falta escoger un vino adecuado para acompañarlo: ¡nosotros tenemos el ideal!

Este plato se caracteriza por conservar cierta potencia, es untuoso y con carácter, por lo tanto, buscamos un vino que complemente estas características y a la vez contraste con ellas. Su riqueza aromática y las notas tostadas, de coco y de frutos secos del Coto de Imaz Gran Reserva consigue una armonía perfecta. Este vino de la variedad tempranillo y Graciano destaca por su color rubí brillante, con tonos teja.

Los buñuelos tienen un origen judío, y se introdujo con el tan conocido churro. Dependiendo de la zona de España, se rellena con crema o no. Es un postre perfecto para acompañar la cena de Viernes Santo y si lo maridas con los vinos blancos adecuados lograrás una combinación perfecta de sabor.

En este caso, creemos que El Coto Semidulce vuelve a ser una combinación agradable para maridar con este postre. Con aromas a piña y cítricos propios de la uva Chardonnay, en boca predomina el dulzor junto con su frescura. Sin lugar a duda este vino blanco es el mejor para acompañar aperitivos, frutas y postres.

Esta sopa es quizá, uno de los entrantes más conocidos en la gastronomía española y también un plato que sobresale en Semana Santa. Es un plato económico, pero delicioso. Una elaboración en la que un poco de pan, unos ajos, pimentón y agua, acompañados a veces con huevo y jamón, se convierten en una verdadera maravilla que como tal hay que saber maridar.

Es un plato bastante contundente y un poco picante, y aunque las sopas no son muy fáciles de maridar, tenemos una recomendación que creemos que te va a gustar.

Una copa de vino de El Coto Crianza es la combinación que mejor se ajusta a los sabores que proyecta esta sopa. Este vino, es persistente y marida muy bien con el jamón. Está elaborado a partir de uvas de la variedad Tempranillo y es un vino que puedes disfrutar habitualmente, como la sopa castellana.

Recibe este nombre porque suele llevar ingredientes vegetales, como berenjena y tomate. Es muy tradicional en Murcia donde se conoce tradicionalmente como tortilla campera. Existen distintas versiones, con patatas o sin ellas, y aquellos casos en los que el pimiento rojo y verde, así como el perejil y el ajo, están presentes.

Para este tipo de tortilla no existe otro maridaje mejor que un vino rosado. Estos vinos son suaves y delicados al paladar, pero con cuerpo. Despliegan un amplio abanico de aromas con un toque frutal y notas florales. Es ideal para beberlo como aperitivo y si se acompaña con un pincho de tortilla de patatas, disfrutarás sin duda de una combinación perfecta.

El Coto Selección Viñedos Rosado, de la variedad Tempranillo y Garnacha, es una opción que puedes valorar si quieres degustar un sabor fresco pero intenso a la vez. Es fácil de tomar y en nariz te vas a encontrar con una combinación de frutas del bosque con cerezas maduras. Los vinos rosados una vez abiertos, pueden conservarse hasta cuatro días en la nevera.

Para que la tortilla de patatas sin cebolla se disfrute con más gracia puedes acompañarla con un vino blanco. El objetivo principal será poner a prueba toda la intensidad y delicadeza de este vino. Tomando en cuenta que la tortilla española carece de cebolla, ningún ingrediente te va a impedir disfrutar de los aromas propios del vino blanco.

Este tipo de vino siempre irá bien con cualquier alimento y tiene la ventaja de que se toma frío o a temperatura ambiente. Se caracteriza por ser entre dulce y seco, sin dejar una sensación de amargura en la lengua una vez que lo pruebas. Nuestro vino 875 m Chardonnay es la opción que te recomendamos para acompañar tu tortilla española sin cebolla.

Este vino blanco respeta los aromas frutales y florales de la variedad Chardonnay. Además, combina unas notas de piña con un delicado aroma de vainilla. No dudamos que esta combinación te sorprenderá; si quieres hacer la prueba no olvides visitar nuestra tienda.

Las nuevas tendencias en la gastronomía animan a muchos a experimentar y romper las reglas; atrás quedó el mito de que la carne de cerdo marida mejor con el vino tinto. Si aciertas con vinos blancos que destacan por su acidez, lograrás un maridaje perfecto con carnes de cerdo ahumadas o bien especiadas con sabores fuertes.

Nuestro vino, el Coto de Imaz Reserva Blanco, es una opción muy acertada si buscas acompañar este tipo de carnes rojas. Respetando los aromas frutales y florales de la variedad Chardonnay, aporta una persistente untuosidad y complejidad aromática combinando notas de miel con un delicado aroma de vainilla. ¡Tienes que probarlo!

Por otra parte, si, por ejemplo, quieres preparar unas costillas de cerdo asadas o con salsa barbacoa, un acompañante de lujo será un vino rosado elaborado con uvas tempranillo. Te sorprenderá su sabor especialmente si la receta incorpora la salsa barbacoa. El Coto Selección Viñedos Rosado es uno de los vinos para maridar con carne de cerdo que te recomendamos si buscas esa explosión de sabor y sorprender.

El tipo de carne y su preparación influyen directamente en el vino a elegir. Así que si te inclinas por cocinar un asado de ternera o incluso un guiso, el maridaje perfecto lo encuentras con vinos tintos suaves y jóvenes. Este tipo de vino también será un excelente compañero para carnes como estas a la brasa, sazonadas o a la parrilla.

El 875 m Tinto es ese complemento que estás buscando para crear la combinación de sabor perfecta. Es un vino intenso y fresco de la variedad Tempranillo. Tiene buena acidez y delicados aromas de cereza y fruta roja. Sabores que, además, se combinan con moka y cacao; ¡no dudados que con este maridaje todos querrán repetir!

Cuando combinamos carne y vino, este último pasa a tener una función de limpieza de la boca tras cada bocado, esto permite que cada nuevo bocado que te lleves a la boca se sienta como el primero. De ahí, también, la importancia de elegir un vino adecuado. El sabor que proyecta la carne de vaca o buey a la parrilla combinada con su contenido de grasa, marida perfecto con vinos tintos.

El Coto de Imaz Gran Reserva y el Coto Real Reserva son nuestras recomendaciones estrella para acompañar carnes potentes como son la de vaca o buey (carnes maduras y con un sabor mucho más fuerte que el de la ternera). Ambos son vinos de la variedad Tempranillo. Sin embargo, el primero también destaca por su combinación con la variedad Graciano y su riqueza aromática con notas de fruta roja y frutos secos. ¡Un gran vino para ocasiones especiales!

Elegir el vino perfecto para acompañar una pizza tiene su secreto: resaltar los sabores de los ingredientes sin sobrepasarlos con el sabor del vino. Es por eso que lo primero que tienes que tener claro antes de elegir el vino es el tipo de pizza con el que lo quieres combinar y los ingredientes que lleva.   

 Si la carne de ternera, el bacon o el pollo figuran como protagonistas, sin duda, te recomendamos elegir vinos tintos jóvenes. Este tipo de vinos resultan ligeros, fáciles de beber y a su vez muy aromáticos. El vino 875 m Tinto, de la variedad tempranillo, es un vino fresco, con delicados aromas de cereza y fruta, perfecto para combinar con carnes rojas y embutidos.   

 Si, por el contrario, los sabores de tu pizza clásica mezclan el pepperoni o el jamón serrano, lo ideal será maridar con un vino tinto crianza, con más cuerpo y aromas más marcados. El Coto Crianza es equilibrado y sabroso al paladar y con una buena persistencia de la fruta.   

A todos nos da hambre cuando oímos hablar de pizza; es un verdadero manjar y a la vez un plato sencillo que si se combina con un buen vino se podrá disfrutar todavía mejor. Y es que esto deja al descubierto la versatilidad de la pizza y aleja la idea de que el vino se creó para comidas demasiado extravagantes o muy elaboradas.   

Estas pizzas sobresalen por tener un gran potencial de sabor, por lo tanto, los vinos recomendados para maridar con pizzas que reúnen estas características son los vinos blancos que tengan crianza.

¡Prueba con nuestro 875 m Fermentado en Barrica Chardonnay! Además, también viene bien acompañarlos con vinos, que, incluso, tengan un poco de carbónico.   

Son la cara opuesta de las pizzas de carne. Estas se caracterizan por tener un sabor más suave y resultan menos pesadas. Las más populares suelen llevar ingredientes como espinacas y champiñones, otras agregan calabacín o pimiento. Acompaña estás pizzas con El Coto Blanco Verdejo, que muestra aromas intensos de fruta tropical.   

De las pizzas italianas es la más clásica y podríamos asegurar que fue la que abrió paso al resto. Hablamos de la margarita, que es el resultado de salsa de tomate, queso mozzarella, albahaca, orégano y aceite de oliva. A la hora de elegir el vino se debe tomar en cuenta que equilibre la acidez del tomate, el queso y el aceite.   

 Nosotros te recomendamos maridar este tipo de pizza con un vino o un cava rosado. El Coto Rosado, de la variedad Tempranillo y Garnacha, es delicado, fresco y goloso. Además, es muy fácil de tomar y de disfrutar. También, otra pizza que combinaría a la perfección con este vino es la napolitana.   

 La pizza napolitana lleva una masa diferente, es suave, esponjosa, con bordes más altos y anchos, y en entre los ingredientes que se suman como protagonistas están las anchoas y alcaparras. El toque salado de las anchoas se puede compensar con un vino rosado con poca madera.   

Cuando se trata de maridar los platos clásicos de pasta con el vino perfecto, también tenemos algunas combinaciones que van de lujo juntas. Por ejemplo, El Coto Crianza, puede ser ideal para acompañar una lasaña o unos espaguetis a la boloñesa gracias a su frescura y notas afrutadas. Por su parte, un blanco de Rioja, como El Coto Blanco, se complementa mejor con la untuosidad de salsas cremosas como la carbonara o el Alfredo.

Para quienes disfrutan de sabores más intensos, vinos tintos reserva, como Coto de Imaz Reserva, es la elección perfecta para platos con setas o trufa, resaltando sus matices terrosos y suavizándolos. Y si el marisco es el protagonista, El Coto Blanco Verdejo le va a aportar frescura y ligereza, haciendo de cada bocado una experiencia equilibrada.

¿Qué tendrá el sabor del queso que tanto nos gusta? Si eres de esas personas que no puede resistirse a una buena tabla de quesos, este artículo es para ti. Desvelamos las mejores combinaciones para maridar vino y queso, sea el que sea.

Lleva tu momento cata a otro nivel con estos consejos de maridaje. ¡Toma nota!

Históricamente, el maridaje de queso y vino siempre ha sido todo un éxito. De hecho, dentro del refranero español encontramos múltiples referencias a la fusión de estos dos productos. Por ejemplo, este que dice “con queso, pan y vino, mejor se hace el camino”.

De hecho, ¿sabes que la frase de “que no te la den con queso” también está relacionada con el vino? Antiguamente, algunos bodegueros ofrecían vinos de poca calidad y, para disimularlo, lo acompañaban de raciones de queso para que su olor y sabor camuflara el del vino y pasara por uno de mayor calibre. Curioso, ¿verdad?

Lo cierto es que, a pesar de esta fama, el maridaje de vino con queso es verdaderamente exquisito y más cuando, además de hacer las combinaciones correctas, contamos con productos de calidad, como un vino de La Rioja. En esta guía práctica vamos a darte algunas de las mejores fusiones.

En todo buen maridaje, la armonía es fundamental. Por ello, como hablamos de dos productos con cierta intensidad de sabor, la regla de oro es vigilar que la potencia entre vino y queso sea equilibrada. Pero, ¿cómo se consigue?

Ante la gran variedad de quesos que existen, la clave es que tengas en cuenta el nivel de curación de cada uno. Esta es la referencia más sencilla y práctica para maridar cualquier queso y vino adecuadamente. De esta forma, de menor a mayor escala tendríamos:

Esta variedad es, sin duda, una de las más sencillas de maridar con cualquier producto, ya que su intensidad no es demasiado elevada.

Este producto (ya sea de cabra, oveja o vaca) se caracteriza por ser suave tanto en sabor como en aroma. Por tanto, la mejor recomendación para acompañarlo es con un buen vino blanco. ¿Cuál es tu variedad de uva blanca preferida?

En este sentido, te aconsejamos jugar con un clásico que nunca falla. Un vino de acidez moderada y con deliciosos aromas frutales a manzana verde y pera, como El Coto Blanco. Se trata un coupage de Viura, Verdejo y Sauvignon Blanc. ¿Qué te parece?

Como se trata de sabores suaves, puedes añadir, además, un poco de membrillo o mermelada para darle un toque dulce a tu cata. ¡Combinan genial con los quesos tiernos!

En general, los quesos semicurados casan bien con vinos blancos, como en el caso de los tiernos. No obstante, si queremos, ya podemos empezar a introducir vinos tintos. Para este caso, mejor siempre que sean tintos jóvenes.

Cuando hablamos de quesos con una cierta maduración, como los curados, lo mejor es decantarse por vinos con crianza para acompañar su intensidad. ¡Pero ten cuidado! En el caso de los quesos de cabra o los quesos azules, sin embargo, lo mejor es apostar de nuevo por los tintos jóvenes para equilibrar esa potencia de sabores y que la combinación entre queso y vino no sea demasiado estridente.

Si hablamos de referentes, El Coto Crianza, por ejemplo, es una de nuestras mejores apuestas para los quesos curados. Es un vino monovarietal (Tempranillo) con un mínimo de 12 meses en barrica de roble americano y, al menos, 6 en botella. Su aroma es fresco y afrutado, con toques de vainilla y roble tostado, y en boca es sedoso y persistente.

Para este grupo de semicurados y curados, te recomendamos, además, añadir algunas piezas de fruta, como uvas, manzana o higos. Te encantará la mezcla.

Ahora que ya sabes cuáles son los mejores maridajes para cada tipo de queso, seguro que estás deseando probarlos todos, ¿verdad? ¿Qué tal si aprovechas para hacer una cata de quesos y vinos propiamente dicha? Puedes invitar a algunos familiares o amigos y montar un plan diferente y muy original.

Intenta reunir una variedad de, aproximadamente, 5 quesos distintos de menor a mayor intensidad para jugar con cada sabor. Sigue las indicaciones que hemos comentado anteriormente y prepara un par de botellas de vino de El Coto de Rioja para acompañarlos.

Para que este momento gourmet sea especial, la presentación también jugará un papel importante. Por eso, la mesa o el espacio de la cata tiene que tener cierta armonía.

Si no quieres servir el típico plato, puedes colocar los quesos en una tabla de madera o de pizarra. Agrupa cada queso según su variedad en porciones individuales. Normalmente, con un par de porciones por persona es suficiente, ¡recuerda que es una cata!

Dependiendo del tamaño de la tabla, puedes añadir alguna mermelada o membrillo. ¡Ah! Y muy importante, que no te falte pan para limpiar el paladar entre sabores. Apuesta por una decoración sencilla y deja que tus quesos y vinos estrella hagan el resto. Triunfarás, seguro.

¿Te encanta aprender a maridar vinos? No te pierdas nuestra recopilación de artículos especiales sobre maridajes y descubre las mejores combinaciones dentro del mundo del vino. Por aquí te dejamos un par de propuestas:

El vino tinto es uno de los grandes protagonistas para acompañar nuestros platos favoritos. Su sabor intenso es, sin duda, un gran compañero para cualquier experiencia gastronómica y sensorial. Pero, ¿se puede maridar cualquier vino tinto con cualquier receta? La respuesta es un claro no.  

Como bien sabes, hay diferentes tipos de vino tinto y, por tanto, cada uno de ellos es más adecuado para un tipo de comidas u otro. Recuerda que lo que queremos es encontrar la combinación perfecta para complementar los sabores y que tanto el alimento como la bebida destaquen en perfecta armonía.  

En este sentido, hemos preparado una serie de recomendaciones y consejos útiles para maridar vinos tintos teniendo en cuenta su envejecimiento. Así despejarás todas tus dudas y podrás maridar tus platos a la primera.  

Como sabes, los vinos jóvenes son aquellos que no han pasado por ningún proceso de envejecimiento. Estos vinos se caracterizan por ser más ligeros y agradecidos al paladar, por lo que son perfectos para acompañar a una gran variedad de platos.  

Maridar con tintos jóvenes es una apuesta segura para:  

• Carnes blancas y poco elaboradas 
• Pescados blancos en guiso o con salsa (¡vino tinto y pescado es posible!) 
• Frutos secos o encurtidos 
• Quesos con poca curación (el queso azul o el de cabra también se maridan con jóvenes para compensar su intensidad de sabor) 
• Pastas con salsas de tomate 
• Chocolate con leche (con bajo nivel de cacao) 

¿Nuestra recomendación? Un joven Tempranillo como el 875m tinto, un vino fresco, pero que no renuncia a esa intensidad de sabor que nos encanta de los tintos. Es estupendo, incluso, para aquellas personas que se quieren iniciar en el mundo de los tintos. 

Conforme nos vayamos acercando a vinos con mayor envejecimiento, más cautos habrá que ser en nuestra elección de maridaje. Sencillamente, porque no queremos anular sabores entre productos.  

Los vinos tintos Crianza, recuerda, son aquellos que han permanecido, como mínimo, 12 meses en barrica. Para maridar vinos crianza de forma exitosa, puedes hacerlo con: 

• Carnes rojas 
• Embutidos 
• Quesos curados 
• Arroces con carne o sabores más potentes 
• Pescados azules 
• Pastas con salsas de tomate 
• Chocolate con leche (con un porcentaje de cacao intermedio) 

En este caso, El Coto Crianza es el representante perfecto para este grupo, ya que es un vino tremendamente versátil y fácil de maridar tanto con carne como con pescado. En nariz es un tinto fresco y afrutado y en boca presenta una agradable textura sedosa y persistente. 

Maridar vino tinto Reserva o Gran Reserva sigue un poco la regla que estamos explicando. En este caso, al ser vinos complejos y con un cuerpo muy marcado, lo mejor es reservarlos para platos potentes. 

Los vinos reserva y gran reserva son los que, además de la crianza en barrica, tienen un envejecimiento extra en botella. Los tiempos son mucho más extensos. En el caso de los tintos Reserva, la crianza mínima es de 3 años. Para los tintos Gran Reserva, hablamos de un proceso de envejecimiento mínimo de 5 años.  

Para maridar con Reserva o Gran Reserva, y acertar a la primera, lo mejor es que te decantes por: 

• Aves de caza 
• Carnes rojas  
• Embutidos 
• Chocolate puro 
• Arroces potentes 

Como recomendaciones de la casa, nos decantamos por Coto Real Reserva (perfecto para el magret de pato, el pichón o cualquier carne roja) y Coto de Imaz Gran Reserva (ideal para cordero lechal asado, carne de caza o roja). ¡Ambos igualmente sorprendentes! 

La respuesta es un claro sí, aunque es cierto que no siempre resulta del todo fácil. Para maridar vino y chocolate hay que tener presente las características de ambos productos para que, al combinarlos, se complementen y no perdamos su potencial. Así que, lo que no se puede es mezclar cualquier vino con cualquier chocolate.  

Para saber cómo maridar vino con chocolate hay que entender una particularidad de este último. El cacao da al chocolate ese característico sabor amargo que tanto nos gusta. Y, precisamente, ese amargor es lo que entra en “conflicto” con el vino por los famosos taninos. 

A mayor cantidad de cacao (o mayor pureza del chocolate) más complicado resulta maridarlo con vino, ya que aumentamos la astringencia y sequedad en boca. El resultado final puede ser demasiado agresivo para algunos paladares. Por eso, nos resultará más sencillo maridar con chocolates con un pequeño porcentaje de leche que con uno con altos niveles de pureza.  

Ya sea en forma de tableta, helado o tarta, debes tener presente estas 3 reglas para saber cómo encontrar el vino ideal para maridar con chocolate o viceversa. 

1. El chocolate siempre debe ser igual o un poco más dulce que el vino que vayas a beber.  
2. A mayor intensidad del chocolate, más cuerpo debe tener el vino. 
3. Es mejor apostar por vinos de acidez media-baja para compensar el refuerzo de acidez del cacao. Consejo: evita maridar con vinos espumosos o champagne, por ejemplo. 

Y, después de esta teoría, veamos algunos casos prácticos para cada tipo de chocolate. ¿Por cuál te decantas? 

Aplicamos la regla número 2. Para maridar vino y chocolate puro o negro, lo mejor es decantarse por un vino con cuerpo, como un vino tinto, para que el sabor de ambos encuentre esa armonía.   

¿Sirve cualquier tinto? Lo cierto es que las mejores opciones son las variedades de uva tinta Tempranillo, la Merlot o la Cabernet Sauvignon. Si quieres una recomendación personal, una copa de vino de nuestro Coto Real Reserva no defrauda. Es sedoso, lento en boca y goza de unas notas de moka y café sensacionales para combinar con el chocolate. 

Para el chocolate con leche, ese menor porcentaje de cacao nos permite ir hacia vinos más suaves y ligeros. En este sentido, los vinos jóvenes-crianza (dependiendo de la leche del chocolate) y los vinos afrutados, en general, son una gran opción.  

Ten presente que si el vino es más fuerte camuflará el sabor y los matices del chocolate en vez de potenciarlos. De nuestra casa, recomendaríamos el 875m tinto. Este destaca por sus delicados aromas a fruta roja combinados con moka y cacao. 

El chocolate blanco es bastante peculiar porque, a diferencia de los otros tipos de chocolate, destaca su alto nivel de azúcar y su cremosidad. Y eso, precisamente, es lo que queremos resaltar con el vino que lo acompañe. Por tanto, para estos casos, lo mejor es maridar con vinos blancos.  

Y, al igual que teníamos una preferencia de variedades de uva tinta, también la tenemos para la variedad de uva blanca. Aquí, la mejor opción para el maridaje de vino y chocolate blanco es, sin duda, la uva Chardonnay.  

Nuestros vinos rioja favoritos para este grupo serían el 875 m Chardonnay o Coto de Imaz Reserva Blanco, ya que, con su marcada untuosidad y aroma a vainilla, te enamorarás (aún más) del chocolate blanco.