Consejos

Preparar una cena especial para la persona que quieres siempre te hará quedar bien, y si te gusta la cocina todavía mejor. Prepara ese menú con el que sorprender a esa persona que quieres y elige el maridaje perfecto. En este punto te podemos echar una mano:

• Para un picoteo, por ejemplo, con quesos: los quesos tiernos maridan mejor con vinos blancos como El Coto Blanco, y los curados con vinos tintos crianza como El Coto Crianza.
• Si vas a optar por mariscos, te recomendamos el 875 m Chardonnay, fermentado en barrica.
• A la carne roja le vendrá de lujo un Coto de Imaz Reserva cuyo sabor potencia el de la carne.

Si bien puedes sorprenderlos con una cena de San Valentín otra opción es tomártelo como un plan en sí mismo y prepararla juntos. De esta forma podrás pasar una tarde-noche de cocina y vinos de lo más entretenida. Toma en cuenta que lo mejor es tener el menú ya pensado con todos los ingredientes que vas a necesitar y los vinos listos.

Este plan, definitivamente, le dará un giro a la forma de celebrar el día de San Valentín: una cata de vinos es una opción entretenida que además le aportará sabor a ese momento tan especial.

Podríamos decir que este será un “regalo” que le harás a esas personas, en forma de experiencia, puesto que tú ya conocerás los vinos, aunque te aseguramos que también puedes descubrir muchísimo al respecto cuando comiences a degustarlos.

¿Qué se necesita para una cata de vinos en casa?

• Al menos 3 botellas de vino distintas para probarlas
• Una copa por persona
• Etiquetas para cubrir la información del vino y no dejar ningún detalle al descubierto
• Un antifaz para que ni siquiera el color les dé una pista
• Un picoteo que acompañe a esta cata
• ¡Muchas ganas de empezar a probar!

Te aseguramos que este 14 de febrero no será uno más en la lista de tus amigos o de esa persona especial, si buscas disfrutar en pareja. Ponte manos a la obra y no dejes pasar más tiempo para planear ese día. Aquí te dejamos una serie de consejos para que te enteres sobre cómo organizarlo todo.

¿Os gusta el vino? ¿Y el chocolate? Pues no hay mejor combinación para una velada íntima en casa este 14 de febrero. La idea es crear un ambiente acogedor con velas y música suave, y disfrutar de una cata especial con tus vinos favoritos y un buen chocolate.

El Coto Crianza, de notas frutales y toque especiado, va genial con chocolates semiamargos o bombones rellenos. Si eres más de blancos, El Coto Blanco, es fresco y equilibrado, y perfecto para acompañar postres cremosos o con chocolate blanco.

Si eres un amante más clásico y te derrites por el chocolate negro, ¡pruébalo con una copa de Coto de Imaz Reserva! Un plan sencillo, pero muy dulce, lleno de sabores que despiertan los sentidos y harán de este día algo inolvidable.

El vino y la música, sin duda son una combinación que despertará todos tus sentidos y puede ser uno de esos planes de San Valentín especiales que sabemos te hará pasar una velada maravillosa.

La selección correcta de música de seguro os ayudará a relajaros, comer, beber y disfrutar de la compañía. Si eres amante del vino y tu pareja o amigos también, qué mejor forma de sorprenderlos y pasar el 14 de febrero que con una copa de nuestro vino El Coto Crianza y una buena lista de reproducción de tu grupo favorito. Y si lo vas a celebrar con tu pareja o a solas, puedes sumar al plan un baño de espuma relajante.

Ahora, si quieres algunas ideas más para maridar tus platos, no te pierdas las recomendaciones que tenemos en nuestro blog, por ejemplo, esta que seguro te gustará para el Día de San Valentín.

No por nada esta recomendación está en primer lugar. Y es que queremos que disfrutes de una película que sabemos que te va a encantar; se llama A Good Year (Un buen año), dirigida por Ridley Scott. En ella un corredor de bolsa inglés de mucho éxito nos hace reflexionar sobre la importancia de la vida, al volver al viñedo donde pasaba los veranos de pequeño. Es una película romántica, divertida y muy inspiracional sobre cómo el amor y el trabajo por la tierra y el vino logran cambiar el destino de los protagonistas.

Para un momento como este, te recomendamos nuestro vino de altura 875 M, un tinto joven, fresco e intenso a la vez, con mucho sabor a frutos rojos, cacao y moka, ideal para disfrutar tranquilamente, sin prisas, saboreando cada sorbo. ¡Seguro que es uno de los mejores planes para hacer en invierno al calor de una chimenea o al abrigo de una acogedora manta!

Si estás buscando planes de invierno con amigos, ¿qué tal una tarde de juegos y vino? Hay miles de juegos de mesa o de cartas divertidos para pasar un rato ameno en buena compañía. ¡Elige el que más te guste y marídalo con un vino suave y agradable como puede ser un rosado!

Nosotros te recomendamos para una ocasión como esta El Coto Rosado. Un vino fresco, refrescante y jugoso. Es un vino rosado que contiene garnacha tinta y tempranillo y es perfecto para acompañarlo con aperitivos, además ya tenemos la nueva añada 2021. Así que, mientras pasas una tarde entretenida de risas con amigos, este puede ser un acompañante que seguro estará a la altura del plan. Recomendamos disfrutar del vino a una temperatura de consumo de entre 7 y 8 ºC.

¡Inyéctale sabor y color a tu relación con una cita romántica en casa acompañada de un buen vino!

El invierno tiene la temperatura ideal para consentir a esa persona especial. Prepara un menú que le guste a tu pareja, por ejemplo, un solomillo de cerdo con salsa de frutos rojos. Para maridar este plato te recomendamos el Coto de Imaz Gran Reserva, un vino maduro y elegante, ideal para compartir una noche romántica a la luz de las velas.  Recuerda: la temperatura adecuada para servirlo es de entre 16 y 18 ºC.

Si eres amante de la lectura, aquí tienes una mezcla que no dudamos que te va a entretener: la novela gráfica “Los ignorantes”, de Étienne Davodeau, y una botella de vino de El Coto Semidulce, del que ya tenemos nueva añada 202. Además, vuelve a estar disponible en nuestra tienda online después de varios meses agotado. ¡Y es que es un vino que encanta!

Esta novela es imprescindible para todos aquellos amantes del vino. Despertará en ti verdadera pasión por el mundo de los viñedos. Los protagonistas son, un autor de cómic que no sabe nada del mundo del vino y un vinicultor que casi no ha leído cómics a lo largo de su vida. Ambos personajes se entienden de tal forma que te enseñarán muchas cosas interesantes sobre el vino. Además, está contado de una forma amena y sosegada que te ayudará a relajarte tranquilamente en tu sofá.

Por su parte, El Coto Semidulce es un vino blanco de la variedad Chardonnay que te hará todavía más agradable la experiencia. Sus aromas a piña y cítricos hacen de este vino un maridaje perfecto con algún aperitivo suave, con quesos o frutas.

El vino también puede ser el ingrediente estrella de esos platos que más te gustan. Los vinos tintos brindan colorido a las comidas y son ideales si vas a preparar una salsa de tomate y pretendes acompañarla con carnes rojas.

En el caso de los vinos blancos, estos otorgan el toque preciso de acidez en determinadas preparaciones gastronómicas. Los puedes utilizar para sazonar salsas de crema, carnes blancas, pescados y mariscos.

A la hora de hacer tu elección es clave que el vino sea de buena calidad, pero eso no significa que tenga que ser caro.

Además, puedes disfrutar del vino mientras cocinas, ¡Sírvete una copa de  El Coto Crianza mientras preparas tu cena y alegra la tarea con algo de música! Estamos seguros de que disfrutarás mucho más de este momento y hasta le pillarás el gusto a la cocina, si no es ya tu afición.

¡Disfruta el vino en casa mientras ves pasar el invierno, pero hazlo lejos del aburrimiento, el estrés y la rutina!

Aunque no existen, como tal, los vinos para principiantes, sí que podemos establecer una serie de leyes no escritas para que, si no tienes experiencia con esta bebida alcohólica, tu iniciación sea de lo más progresiva y placentera. 

Lo más habitual es que, si no tenemos costumbre de beber vino, no conozcamos las características de cada tipo y, por tanto, no sepamos por cuál empezar. Para ello, lo mejor es que te informes de fuentes expertas, como este blog, e investigues un poco sobre las peculiaridades de cada vino o variedad de uva. Esto te dará una idea general de todo tu abanico de posibilidades.  

Por lo general, lo mejor es comenzar a beber vinos más suaves, frescos y ligeros. La astringencia o la complejidad de un vino puede ser demasiado para una primera vez. Por eso, lo ideal es que apuestes por aquellos “más agradecidos” al paladar, como los vinos blancos o rosados.  

Los que tienen notas más dulces y afrutadas (como podría ser El Coto Blanco o El Coto Semidulce), con uvas Chardonnay o Sauvignon Blanc, suelen ser siempre un acierto.

Para saber cómo elegir un buen vino no te tienes que llevar únicamente por su precio. Hay otros factores para comprar vino de calidad más allá de lo que vale. Nuestro consejo siempre será que apuestes por sellos como la Denominación de Origen.  

Empezar a tomar vino tinto puede no resultar tan sencillo, especialmente si no tienes costumbre de ese característico sabor amargo y aspereza. Sin embargo, dentro de los tintos, también existen diferentes escalas para que el sabor del vino no te resulte tan “agresivo” y descubras todo su potencial poco a poco. Eso es lo que debes saber para iniciarte en tintos: 

La edad del vino (ya sea tinto o blanco) influye directamente en el sabor. Y, como el objetivo es ir de menor a mayor complejidad o intensidad, lo más factible es empezar por vinos jóvenes o crianza. ¿Por qué?

Sencillamente, son vinos más ligeros, con menos cuerpo y frescos, así que son más fáciles de consumir, si no tienes experiencia. ¡Cuidado! No confundas la edad del vino con su calidad. Estas características no son excluyentes.  

Al igual que hemos hablado de algunas variedades blancas, hay uvas más recomendables para empezar a tomar vino tinto.

Por ejemplo, dentro de las variedades tintas, recomendamos la uva Tempranillo. Con esta variedad se elaboran vinos de acidez baja, suaves y tremendamente aromáticos, como El Coto Crianza. Así que también te cautivarán por el olfato. Siempre que puedas, opta por los más afrutados. 

Muchas veces, tomarse una copa de vino tinto entera puede resultar un poco pesado. Por eso, una de las mejores opciones para amenizar la experiencia e, incluso, conseguir que sea mucho mejor, es maridar vino con comida. Y es que, con el alimento adecuado, tomar vino es más sencillo y placentero.  

Como empezarás con un tinto afrutado, puedes optar por acompañarlo con diferentes aperitivos, como quesos suaves. Si quieres tomarlo durante la comida o la cena, prueba con pasta o carnes blancas. 

No te confíes. Ni todos los vinos se toman a la misma temperatura ni todos los tintos se sirven a temperatura ambiente. ¡Olvídate de esas leyendas urbanas! 

Para saber a cuántos grados se toma el vino tinto, el blanco o el rosado, hay que tener en cuenta su crianza.  

Este paso es importante para no perder los matices de la bebida. Y nos referimos tanto a sus aromas como al propio sabor del vino. ¿Quieres saber la temperatura ideal de cada vino? Ten a mano nuestro artículo especial. Haz clic en el siguiente botón para verlo.  

¿Qué es lo que te lleva a elegir un vino en una tienda? Puede que te guíes por la recomendación de un amigo, porque lo has visto en algún restaurante, por la fama que pueda tener la bodega o, simplemente, porque el diseño de la botella te ha cautivado. Pero, ¿alguna vez te paras a analizar la información que te viene en la etiqueta de un vino?  

En el mundo de la alimentación, cada vez es más frecuente ese gesto de girar el producto para buscar sus especificaciones. Nos fijamos en su contenido de materia grasa, la cantidad de azúcar, de sal, la procedencia, algún posible alérgeno… En definitiva, valoramos si dicho producto cumple con nuestros mínimos de calidad.  

Hoy, te vamos a enseñar a aplicar este gesto a las botellas de vino y con la misma seguridad en ti mismo. Es mucho más sencillo de lo que piensas y te ayudará a decidir mejor en tus futuras compras. Vamos a verlo a partir del ejemplo de uno de nuestros vinos de El Coto de Rioja.  

Cada botella tiene sus propias particularidades y dependiendo del diseño, la información vendrá presentada con un orden u otro. Pero no te preocupes, todo lo que aprenderás aquí es lo que encontrarás en el resto de botellas de vino, sea de la bodega que sea.  

En este caso, todas las botellas de El Coto de Rioja cuentan con un diseño limpio y elegante. La información se divide a lo largo de la parte delantera (o etiqueta) y en la parte posterior (o contraetiqueta). Por delante podrás encontrar: 

Se trata del nombre comercial del producto. Este aparece en todas las botellas y es la forma más rápida y efectiva de reconocer un vino. En este caso, se trata de nuestro Coto Mayor. 

Justo debajo del nombre, podrás encontrar el tipo de vino para que sepas si estás ante un vino blanco, un vino tinto, la variedad de uva (como en El Coto Selección Viñedos Rosado, que especificamos que está elaborado con uva Garnacha) o su envejecimiento (crianza, reserva o gran reserva). 

Además, seguida a esta especificación, se detalla la añada en la que se ha recogido la uva con la que se ha elaborado ese vino. Debes saber que, no es obligatorio que aparezca este detalle del año de cosecha en las etiquetas de los vinos. Así que no te preocupes si no lo localizas siempre.  

Siguiendo el ejemplo de la imagen, este es un vino blanco del 2019. 

Se trata del nombre de productor y/o embotellador del vino. En El Coto de Rioja nos gusta cuidar hasta el último detalle y es nuestra propia bodega la que se encarga de embotellar cada una de nuestras botellas. Por ese motivo, verás que pone “Embotellado en propiedad”. 

Las etiquetas de vino siempre vienen acompañadas de la especificación geográfica de dicho vino (Ribera de Duero, Rioja…). Nuestros vinos, como sabrás, son exclusivamente de calidad Rioja y, además, contamos con la Denominación de Origen Calificada. Estos distintivos de calidad siempre los encontrarás en las botellas, en caso de tenerlos. 

Algo curioso de mencionar y que solo se encuentra en las botellas de El Coto de Rioja es nuestro grabado artesanal. ¿Qué tiene de especial? Más allá de un diseño de producto, se trata de todo un icono y símbolo de nuestra bodega.  

Cada una de las marcas recoge un fragmento de una estampa natural (la original de nuestra casa) con elementos icónicos para El Coto de Rioja. Estos detalles cuentan parte de nuestra historia y reflejan toda una tradición de pasión por el vino. 

La única que aún conserva la imagen completa de ese grabado es nuestro vino de Coto Real Reserva. En cambio, hay otras botellas que no cuentan con este distintivo, como nuestros 875m Tinto y Chardonnay. 

Ahora, pasamos a la información que encontramos en la parte trasera de las botellas de vino. Es decir, en la denominada contraetiqueta.  

Al contar con más espacio, ya que buena parte de las etiquetas de delante se reservan para un dibujo o ilustración de la marca, normalmente la parte posterior de la botella tiene más información sobre el vino en cuestión. En las botellas de El Coto de Rioja, por ejemplo, podemos encontrar:  

No es algo obligatorio, pero siempre resulta de interés tener algo de información extra que nos dé una pista de por qué ese vino es tan especial. Puede ser a través de la filosofía de la bodega o algunas notas de cata del vino, como sus aromas o sus matices en el paladar. Es muy frecuente utilizar este espacio para hablar de conceptos como la fermentación, la maceración, la procedencia de las uvas, etc. 

Algunos conceptos pueden reiterarse, como es el caso de las especificaciones sobre la calidad del vino o la embotelladora. Esta última, debe especificar de una forma más técnica datos como el nombre oficial del embotellador y la dirección.  

Nosotros aprovechamos, además, para añadir la web oficial de El Coto de Rioja para las personas más curiosas. ¿Sabes que en la sección de la tienda puedes filtrar los productos por maridaje o que puedes leer notas de cata más extensas de cada vino? ¡Es muy útil! 

La normativa de etiquetado de vinos de la Unión Europea exige que en todos los vinos se especifique la presencia de alérgenos, especialmente de los sulfitos. Por eso, este es un detalle que obligatoriamente encontrarás en todas las botellas.  

Otros símbolos importantes son los sellos de reciclaje de las botellas de vidrio (contenedor verde, siempre) y del consumo desaconsejado de alcohol durante embarazos.  

Sello oficial consejo que regula dicho vino. En el caso de los vinos de El Coto de Rioja, es el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja.  

Por último, en la contraetiqueta encontramos aspectos más técnicos como el código de barras o el número de lote al que pertenece la botella. En el caso de El Coto de Rioja, tanto la capacidad de la botella como el porcentaje de alcohol aparecen en la parte trasera de las botellas.  

El contenido neto de las botellas estándar de vino será de unos 75cl, pero recuerda que esto depende del tamaño de la misma. ¡Hay muchos más tipos de botellas de vino! En cuanto a la cantidad de alcohol, esta viene expresada en porcentaje sobre el volumen.  

Si ya tenéis claro qué vais a comer o cenar, será mucho más fácil elegir un buen maridaje. Y es que, aunque nos encanta experimentar, hay algunas reglas básicas para acompañar cada comida que nunca fallan. Ten en cuenta si se trata de pescado (azul o blanco), carne (roja o aves), pasta, verdura e, incluso, las salsas que acompañan. 

En el supuesto caso de todos vayáis a comer lo mismo, por ejemplo, algo tan frecuente como un arroz al centro o una jugosa carne trinchada, puedes plantearte pedir una botella. Ten en cuenta que por una botella de vino (ya sea, tinto o blanco) de 75cl pueden salir entre 5 y 6 copas aproximadamente. Esta opción es muy interesante y suele ser la más cómoda y económica.  

Si no hay consenso, recuerda que también existe la posibilidad de reservar el vino para maridar con postres. Es una alternativa igualmente deliciosa y que puede acompañar infinidad de platos: fruta, tartas, coulants de chocolate, una tabla de quesos, incluso, helados.

Muchas veces, lo que más impone a la hora de pedir un vino en un restaurante es la amplia carta de vinos que tienen. ¡Nada de agobios! Es perfectamente normal que no conozcas todas las variedades y clases de vino, pero eso no impedirá que puedas elegir con cierto criterio.  

Las cartas de vinos, normalmente, ya vienen diferenciadas por tintos, blancos, rosados… Por lo que esta parte es sencilla, si sabemos cuál nos apetece. Ahora, dentro de cada tipo, aunque desconozcas la casa o la referencia de la añada, lo mejor es fijarse en la variedad de uva: Chardonnay, Viura, Verdejo, Tempranillo, Garnacha, Sauvignon blanc… Así podrás saber algunos aspectos sobre el vino que quieres elegir, como su nivel de acidez o su fructuosidad. 

¡Importante! No te dejes guiar solo por el precio. Es un error bastante frecuente recurrir a los vinos más caros de la carta por miedo a “quedar mal”. Un vino por muy caro o exclusivo que sea no siempre es la mejor opción para nuestra comida o cena. Está claro que aquellos más caros tendrán una mejor categoría, pero no es el factor determinante para acertar.  

Un último consejo, si sigues con dudas para pedir vino en un restaurante, siempre será un acierto fijarte en los sellos de calidad como las Denominaciones de Origen. 

Si nos hemos decidido por un vino en concreto, ten presente que siempre hay que probarlo antes de servirlo al resto de comensales. Esto se hace, principalmente, para comprobar que el vino está en buen estado (que es lo habitual). 

Catar el vino en un restaurante no se debe interpretar como un gesto de prepotencia y, no te preocupes porque es más fácil de lo que parece. Es tan sencillo como comprobar que tanto los aromas del vino como sus matices en boca son de nuestro agrado. 

Primero, el sumiller nos mostrará la botella que hemos seleccionado para corroborar que es el correcto. Después, tras descorcharlo y servir una pequeña cantidad en nuestra copa de vino, te aconsejamos que muevas un poco la copa con suaves gestos circulares. Es una buena forma de airear el contenido y liberar los aromas. Consejo: puedes apoyar la copa para moverla si te resulta más fácil.  

Recuerda, deberás de oler el vino antes de probarlo, ya que la fase olfativa de un vino también nos aporta mucha información. De hecho, será una de las primeras claves para detectar cualquier defecto en la bebida y retirar la botella si es necesario.  

Por último, degusta el vino. No se trata solo de beber, sino que la clave está en dejar un par de segundos el trago en la boca antes de tragarlo. Así apreciarás mejor sus matices, como su nivel de astringencia. Procura que el sorbo sea moderado para no llenarte por completo la boca ni tener que repetir el trago. Una vez esté todo correcto, le daremos nuestra aprobación al sumiller para que lo sirva. 

Si con estos consejos aún tienes dudas y no sabes bien qué vino elegir, nunca está de más preguntar a la sabiduría y experiencia del sumiller. Es un gran recurso cuando no sabemos qué vino pedir en un restaurante o estamos entre varias opciones.  

Recuerda que, entre sus muchas funciones, el sumiller es la mejor referencia para aconsejar a la clientela. No tengas miedo de explicarle en detalle qué platos vais a comer y las preferencias generales de la mesa, como si queréis que sea más seco, afrutado, etc. ¡Seguro que os da una gran recomendación! Incluso puede ser una buena ocasión para atreverte a salir de tu zona de confort y probar nuevos vinos. 

Si por algo destaca El Coto de Rioja es por la proximidad cara al público. Nuestra accesibilidad hace que estemos presentes en diferentes bares y restaurantes de España. De hecho, ya hicimos dos listados completos con algunos de los mejores sitios donde disfrutar de nuestros vinos tanto en Madrid como en Barcelona. ¿Te los has anotado ya?

Nos encanta la variedad gastronómica de nuestro país y, por eso, puedes contar con diferentes vinos de nuestra casa en los restaurantes. ¡Siempre tendrás El Coto perfecto para tus platos!  

Algunos de los más populares son: 

• El Coto Crianza: perfecto para maridar con carnes, pescados, quesos e ibéricos. 
• Coto Mayor: solo disponible en bares y restaurantes. Puedes encontrarlo en sus variedades de blanco, rosado, crianza y reserva. 
• Coto de Imaz Reserva: espectacular con carnes rojas, de caza y ternera. 
• El Coto Verdejo: un vino refrescante, ideal para pescado, marisco, arroces e, incluso, pasta. 
• 875m Chardonnay: de marcada untuosidad. Fabuloso para calderetas de pescado, arroces caldosos, pescados azules y mariscos. 
• El Coto Semidulce: variedad de uva Viura y Chardonnay excelente para entrantes, aperitivos, quesos, frutas y postres. 

Para proteger tus botellas de vino dentro de la maleta lo más común es usar papel burbuja para envolverlas. Si no tienes este tipo de protector, pon las botellas en varias bolsas de plástico para aislarlas del resto de cosas. Si además introduces las botellas entre tu ropa (como toallas, jerséis o sudaderas), esta hará de amortiguación ante posibles golpes.  

Como consejo, te recomendamos que coloques las botellas en el medio de la maleta, e incluso puedes meterlas en los calcetines y zapatillas para un soporte mayor, pero lejos de cualquier objeto rígido que lleves en la maleta. 

Otra opción es recurrir a bolsas de neopreno especiales para transportar botellas. Si compras más de 6 botellas quizás es más recomendable que compres un maletín específico para este fin. 

Recuerda también, si viajas en avión, mejor evitar llevar en la maleta espumosos, ya que con la presurización y el gas que estas contienen pueden reventar. 

Antes de comprar vino a tu regreso de vacaciones debes asegurarte cómo vas a transportarlo, teniendo en cuenta las restricciones que existen en los aeropuertos para llevar este producto en tu maleta.  

Lo mejor es comprar las botellas de vino en el Duty Free del aeropuerto. Así evitarás tener que meterlas en la maleta que facturas y podrás controlar mejor dónde colocarlas en la cabina del avión. Siempre en el caso de que se trate de un par de botellas, claro. Si vas a comprar más, es mejor que lo hagas antes y puedas protegerlas bien en tu equipaje.  

Otro aspecto que debes tener en cuenta son las restricciones que imponen las compañías aéreas y los países para introducir bebidas alcohólicas en los equipajes. Por norma general, en la Unión Europea no tendrás que pagar impuestos especiales si las bebidas alcohólicas que llevas contigo son para uso personal, es decir, que no tienen una finalidad comercial. Sin embargo, en la aduana pueden querer cerciorarse de que tus botellas son para ese uso personal y hacerte algunas preguntas.   

Son los países de la UE los que deciden la cantidad máxima de bebidas alcohólicas que puedes introducir en su territorio, pero hay unos mínimos. En el caso del vino se trataría de 20 litros de vino encabezado. Si vienes de otro país a la Unión Europea, podrías introducir tan solo 4 litros de vino. 

¡Ojo! Algunas compañías aéreas obligan utilizar embalajes acolchados de poliestireno extruido para el transporte de botellas en equipaje. 

Como consejo final, ten en cuenta siempre comprobar con tu aerolínea el número de botellas que te permiten llevar en tu equipaje.  

El vino debe servirse a su temperatura correcta teniendo en cuenta si es tinto, blanco, rosado o espumoso porque esta puede afectar mucho al sabor y olor que desprende el vino. Para que tú y tus invitados tengáis la mejor experiencia, asegúrate de tener en cuenta este punto a la hora de servir el vino. Como consejo fundamental debes saber que el vino no debe estar nunca ni demasiado frio (por debajo de los 4º) ni caliente (por encima de los 20º).  

Cuando compres vino blanco o rosado puedes guardarlos directamente en el frigorífico. Si has comprado el vino el mismo día que vas a consumirlo, déjalo en la nevera durante al menos dos horas o mételo en el congelador unos 30 minutos. También puedes enfriarlo rápidamente en una cubitera con hielo y agua. Lo ideal es mantenerlos entre una temperatura de 8 y 10 grados. ¡Ayúdate de un termómetro especial para vino para acertar siempre! 

El vino tinto se suele servir a temperatura ambiente, pero en verano también puedes servirlo un poco más frío. Para enfriarlo antes de servirlo, puedes meterlo en la nevera media hora antes. También puedes ponerlo en el congelador, pero solo 15 minutos. La temperatura ideal para servir el vino tinto sería entre los 15 y los 20 grados.  

En el caso de los espumosos, se recomienda servirlos muy fríos. Para ello, introdúcelo en el congelador una hora antes de servirlo. Si tiene poco tiempo, también puede colocar la botella en un cubo de hielo durante 30 minutos.  Después de abrir la botella, déjala abierta en una cubitera con hielo hasta que se termine. 

El protocolo dice que el vino se sirve antes de que llegue la comida a la mesa, así tendrá tiempo de respirar. La persona que lo sirve deberá coger la botella por el fondo, para evitar que se caliente y servirlo sin apoyar la botella en la copa, escanciándolo.  Es recomendable que sea el anfitrión el que lo pruebe primero, por si está defectuoso.  

Para ciertos vinos, muy viejos o potentes, es aconsejable utilizar un decantador para servirlo. Este recipiente ayudará a que el vino se airee, se eliminen los posibles sedimentos y mejore su sabor. Cuando pases el vino de la botella al decantador, debes hacerlo lentamente, deslizando el líquido por sus paredes, para que el vino recorra el mayor camino posible y entre en contacto con el aire más tiempo. Deja el vino unos 5 minutos en el decantador y luego ya podrás servirlo.  

Ten en cuenta no llenar la copa nunca más de un tercio. Una botella normal (750 ml) debería llegar para llenar entre 5 y 6 copas. Para evitar derramar gotas, lo ideal es dar un giro a la botella al final, pero lo mejor siempre es recurrir a un accesorio específico para este fin (vertedores de vino o láminas antigoteo).  

Por norma general, los vinos blancos se sirven antes que los tintos y los jóvenes antes que los crianza, reserva o gran reserva. Por su cuerpo, primero se servirían los ligeros antes que los que tienen más cuerpo y son más densos al paladar y también los secos antes que los dulces. 

El sabor del vino puede variar según la copa en la que se tome. El tamaño, la forma, el tipo de cristal influyen en nuestra percepción a la hora de catar un vino.  

En cuanto al tamaño, cuando son medianas y de boca estrecha son recomendables para vinos jóvenes, mientras que los tintos reservas necesitan copas más grandes y con bocas más anchas, para oxigenarlos. El borde también es importante, pues debe estar un poco inclinado hacia el interior para potenciar los aromas. Así, el cristal debe ser transparente y fino, para apreciar mejor las tonalidades del vino. 

Como te comentábamos, los vinos blancos, rosados y espumosos se adaptan mejor a las temperaturas y platos de verano. No obstante, los vinos tintos jóvenes, más afrutados, también puede ser una buena opción. Por eso, pensamos que no hay un vino mejor para el verano y otro para el invierno, sino que en la variedad está el gusto. Entonces, ¿por cuál nos decantamos? Te damos algunos consejos sencillos para ayudarte en la elección de tus vinos este verano.  

Los vinos blancos son los que mejor maridan con los platos más ligeros de verano, pescados a la plancha o mariscos (en este caso, nuestro 875m Chardonnay marca la diferencia). El vino rosado también es perfecto para combinar con pasta, ensaladas, sopas frías o platos asiáticos. Por último, los tintos siempre son una opción acertada para esos segundos platos de carne o pescado en salsa. ¿Y los espumosos? Pues qué mejor bebida para tomar con el postre o con un helado.  

Para la época estival es mejor optar por vinos de menos graduación (como un vino joven), pues el alcohol produce deshidratación. También puedes optar por una bebida con vino más refrescante como puede ser la sangría, el tinto de verano o incluso algunos cócteles. Así podrás disfrutar también del vino en su versión más fresca, con un poco de hielo. 

Los vinos blancos o rosados pueden guardarse en la nevera los meses de más calor, sin embargo, los tintos puedes estropearse o cambiar sus características si están varios días en el frigorífico.  

Para enfriar un poco el vino tinto antes de servirlo puedes meterlo media hora en la nevera. Lo ideal es que este tipo de vino se mantengan entre los 15 y los 20º C. Otra forma sencilla de enfriarlo es meterlo en un cubo con agua fría y unos cubos de hielo. 

Los vinos blancos puedes enfriarlos de la misma forma, pero necesitarán dos horas en la nevera como mínimo para que estén a una temperatura agradable para su consumo en verano, sobre unos 8º o 10º.  

Un truco: Si colocas el vino en un barreño o cubo de agua, añade un poco de sal y se enfriará antes. 

Hoy en día también tienes enfriadores de vino eléctricos para el hogar que son más pequeños e incluso para una sola botella, pero esta opción siempre será más costosa para tu bolsillo. 

Recurrir al congelador puede ser una opción de última hora si necesitas enfriar el vino en 10 minutos, pero no lo dejes más e introdúcelo envuelto en un papel de cocina o paño húmedo, para que se enfríe antes.

Para conservar aquellos vinos que ya tienes abiertos en la nevera, colócalos de forma vertical, no los tumbes. El contacto del vino con el corcho en esta época del año puede hacer que los microorganismos que se crían en el corcho afecten al vino todavía más y lo terminen avinagrando.

Si eres un amante del vino, deberías hacerte con un tapón de “bomba de vacío” para quitar el aire y crear un vacío en la botella que ayudará a que el vino no se oxide tan rápidamente.   

Recuerda también que debes evitar tener el vino al sol, aunque esté en una fuente de agua, pues los rayos solares pueden dañar seriamente el producto.  

Tampoco debes recurrir a echar hielo a tu vino directamente, por mucho calor que haga. Existe un tipo de cubito de hielo de silicona que permite enfriar la bebida sin soltar agua, por lo que el vino, en este caso, conservará todo su sabor. De todos modos, esta opción es más aconsejable para vinos blancos y de menos calidad. 

Por último, la copa mejor medio vacía y siempre sujetándola por el tallo. Si la llenas mucho y la coges con la mano se calentará antes y no disfrutarás mucho tiempo de tu vino fresco.

Av. de la Generalitat, 11. Santa Coloma de Gramenet, Barcelona

En la Vinoteca Arribes del Duero vas a disfrutar ¡muchísimo! Y no solo por su amplia variedad de vinos, entre los que destacamos nuestro Coto Mayor Crianza y 875 m tinto, si no también por su gran variedad gastronómica a la hora de comer o cenar. Si te apetece picotear y probar diferentes productos de primera calidad, puedes elegir todo tipo de tapas y pinchos, una tabla de quesos entre muchísimas variedades tanto nacionales como de otros países, embutidos… Y si eres todo un carnívoro no te pierdas su entrecot o su chuletón acompañado de una copa de Coto Mayor. ¡Nos encanta esta vinoteca, así que no dudes en pasarte por allí!

C/ Industria, 314. Barcelona

El Restaurante A’Cañota es todo un emblema de Barcelona. Y lo es por muchos motivos (¡y todos de suficiente peso como para pasarte por allí!): sus paellas, sus mariscadas, sus parrilladas de pescado… Todo está espectacular, sobre todo maridado con Coto Mayor Blanco o Coto Mayor Rosado. ¿No te parece?

Si eres más de carne, el género tampoco va a decepcionarte, te lo aseguramos. Y es que cuentan con carnes de Galicia y de otros puntos de España que son ¡espectaculares! Hasta con su gran chuletón de 1,5kg ideal para compartir y “regar” con una copa de El Coto Crianza.

¡Ya nos contarás qué has elegido entre todo lo que ofrece el A’Cañota!

C/ Mar, 29. Barcelona

¡Seguimos con bares y restaurantes en Barcelona! ¿Buscas un lugar sencillo, de toda la vida, con un producto espectacular y de cercanía más allá de lo típico que se ofrece en la Barceloneta? Bodega La Peninsular es todo eso, ¡y más! Sus valoraciones dan buena cuenta de ello: nadie queda insatisfecho en esta tasca que supera todas las expectativas. ¿Qué no te puedes perder? Los filetes de sardina ahumada, el atún rojo a la plancha, la morcilla encebollada, la pescadilla a la vizcaína… Elige cualquier cosa de su carta, disfruta del ambiente y la peculiar decoración que nos retrotrae a otros tiempos, pide una copa de Coto Mayor Crianza y, ¡listo!

Calle de Santa Engracia, 161.
Chamberí

Comenzamos nuestras recomendaciones con este restaurante con terraza en Madrid. Desde que La Gran Tasca abriese sus puertas en 1942, este precioso y emblemático local no solo del barrio de Chamberí si no de todo Madrid, puede presumir de servir uno de los mejores cocidos de la capital. Se realiza en dos vuelcos: primero una deliciosa sopa (con opción de repetir) para continuar con una bandeja de garbanzos, dos tipos de morcilla, tocino, gallina campera… y así hasta 15 ingredientes.

Este manjar acompañado de una de nuestras botellas de El Coto Crianza, es una de nuestras opciones favoritas para disfrutar de un plato tan típico de Madrid, aunque si eres más de blanco, también disponen de El Coto Verdejo. Y sí: ¡es el cocido que aparece en nuestra portada!

Calle de Jesús, 2.
Barrio de las Cortes

Nos vamos al Barrio de las Cortes para llegar hasta una taberna moderna, sofisticada y acogedora. Ellos mismos se definen como “especializados alrededor de los huevos camperos de gallinas criadas en libertad, cerdo seleccionado de Teruel y cocina sencilla de producto de temporada.”

En El Gallo Canta tienen una carta que quita el hipo, con platos entre los que destaca el solomillo o la presa con la “salsa rusticana” de elaboración propia (¡que incluso puedes llevarte a casa!), y algunos de nuestros maravillosos vinos para acompañar sus platos, como Coto Mayor, El Coto Verdejo o 875m Chardonnay. ¿Te animas a descubrirla y nos cuentas qué te ha parecido?

También puedes echar un vistazo a nuestra tienda para descubrir todos nuestros vinos para llevártelos a casa o hacer un regalo muy especial. 

Calle de la Basílica, 17.

Tetuán / Azca

Cocina moderna, desenfadada. Un local rompedor, diferente. Platos para todos los gustos. Todo eso y mucho más es Taxi a Manhattan, un restaurante cuya misión es “investigar e importar los sabores más originales de los barrios neoyorkinos con más tendencia: Brooklyn, Soho, Nolita, China Town y Little Italy”.

De su carta, destacamos las hamburguesas: ¡todo el que las prueba, repite! Y no hay nada mejor que acompañar la carne de una buena hamburguesa con un buen vino. Y si eres más de pescado, no te pierdas su tartar de atún rojo o su pulpo tostado con salsa de mojo rojo, acompañado de El Coto Semidulce.